lunes, 29 de noviembre de 2010

LOS ESPIGADORES Y LA ESPIGADORA (2000) - Agnès Varda

Les glaneurs et la glaneuse
   En un mundo en donde la imperfección abunda, pero a la vez no le gusta, pues las mujeres y los hombres tienen que ser perfectos, tener hijos y un hogar maravilloso; todos estudiantes y con título; recoger comida en las calles, de cualquier bote de basura, no es normal y se ve de lo más freak.
   En este documental la gran señora Agnès, nos muestra un road movie, intentando comprender la sociedad en la que vive y uno de los trabajos más difíciles hoy en día para encontrar algo que sirva en el basurero, comida y cosas que la gente tira, sólo porque ya no les gusta o ya no ven brillosa la manzana; nos habla de un desperdicio consumista.

   La espigadora, Agnès quiere sentir y hacerlo como una nueva experiencia; llevándose un reloj sin agujas a su casa, creo que es de las escenas más bonitas del documental, el tiempo, sin paso del tiempo. La mirada a todos ellos, los espigadores, es de curiosidad; también, porque no, de cómplice. La reflexión que hace hacia la actividad, me gusta decirle así, es poético. Se hace preguntas, que nos hace dudar y hacernos esas mismas preguntas. también ella habla de su vejez, como si fuese un autorretrato dentro del documental sobre los espigadores; por eso mismo lo del reloj. La acompañamos a conocerse también y vemos la opción de reflexión.


   Uno de los espigadores dijo que, ha estado más de 10 años comiendo de la basura sin haberse enfermado. Es totalmente creíble y he estado pensando en la práctica del espigar. Me refieron a ir a recoger papas o manzanas, aunque lo de la papas no se da en México de esa manera, pero las manzanas, unvas, peras, etc. SI.
   Agnès nos hace pensar sobre ello, nos da un recorrido y siento que voy con ella, la sigo. Las historias y los personajes parecen ser creados por ella; como la del hombre que recoge lo que quedó en los mercados y además es profesor voluntario y tiene un título profesional que no le ha servido, al parecer.




También cuando de casualidad encuentra en una tienda de mmm antiguedades o más bien, un bazar de cosas usadas; una pintura de espigadoras y se lo lleva a casa, contenta, sabiendo lo que ha encontrado en pleno momento, creando el documental. Es increíble poder ver el mundo de otra manera, como ella misma lo hace.
  

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